Exedra 2 – Pregón de la Feria del Libro de La Línea 1998.

Corría el año 1998. Durante mi paso por la Fundación Municipal de Cultura de La Línea, tuve la feliz idea de proponer a Carlos Pacheco como pregonero de la Feria del Libro. Carlos aceptó sin ningún titubeo y con muchísimo entusiasmo. Pareciera, incluso, que más agradecimiento mereciésemos los miembros de la Fundación por invitarlo que él por aceptar el ofrecimiento. Así era Carlos: sencillo, generoso, participativo, agradecido, amable. Nadie diría que nos habíamos dirigido a quien, como afirmase en aquellos tiempos nuestro común amigo Luis Alberto del Castillo, era uno de los dos únicos campogibraltareños de irrefutable proyección mundial. El otro era Paco de Lucía. El pregón de Carlos fue una apacible tempestad de recuerdos y emociones. No puedo dejar sin referir con qué elegancia, con qué bondadoso humorismo, gestionó las andanadas de algún jovenzuelo que, durante la charla posterior al pregón, quiso ejercer de crítico irreverente, quizá anhelando camuflar su admiración bajo un tinte de heterodoxia. ¡Heterodoxias a Carlos!, doctorado en ellas cum laude, y capaz de neutralizar cualquier ataque con un supremo ensalmo válido para todos los tiempos y lugares: el respeto a los demás. Carlos podía domar leones  con látigos de plastilina. Sírvanse disfrutar seguidamente de la brillantez que Carlos Pacheco administró, con distendida cordialidad, como quien salda una hermosa cuenta con el pasado, a lo largo de aquella introducción al convite de los libros.

José Villalba.

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