Cuando iniciábamos la pequeña aventura de programar una sección de Escritura Creativa en el Ateneo, y puesto que casi todos los asistentes se estrenaban en las tareas literarias, poco podíamos imaginar que los resultados fueran a resultar tan satisfactorios como lo han sido. Una selección de los frutos de esos escritores en ebullición son recogidos aquí como testimonio de un buen hacer, una mejor dedicación y unos talentos que afilan sus habilidades para seguirnos sorprendiendo con un torrente de historias poderosas. Son relatos pensados para ser leídos en un minuto o menos; pero no nos engañemos: aunque esta literatura tan breve como intensa siempre se consume pronto, no es menos cierto que a menudo se digiere con relajada y apacible complacencia. Empezaremos la serie con Mayte Garesse. Su total inexperiencia en el terreno narrativo hace aún más sorprendente la calidad de los microrrelatos concebidos por ella a lo largo del curso. Maite nos propone un producto de poderoso impacto visual que combina el trazado cotidiano con un destello de ecos surrealistas.