Si yo fuera músico esto no sería un texto vagamente ensayístico, a medias memorialístico y a medias vindicación de una sensibilidad disidente, sino una canción de rock’n’roll. La titularía «El rock de Carlos Pacheco», así, porque ya no se lleva titular de esa manera las canciones y me gusta, especialmente, llevar la contraria. En la época a la que me voy a remontar, me habría partido de risa con una canción que llevara ese título, pero yo ya no soy aquel y mi punkitud estética ha aprendido a esconderse en la militancia de la edad adulta, demasiado adulta; volver al origen es un sano ejercicio de arqueología del ser: y en el principio era el pop.