A mediados de febrero de 1927 fue publicada en La Esfera «La travesura», un relato breve del gibraltareño Héctor Licudi. Se trata de una narración de corte galante donde una joven Lina Rivero le confiesa a un anciano clérigo sus transgresoras relaciones con el escritor Enrique Irbán, casado y con varios hijos. Dos años más tarde, en agosto de 1929, el periodista publicó en la editorial madrileña Mundo Latino Barbarita, una extensa novela ambientada en su ciudad natal donde el personaje principal, de nuevo Enrique Irbán, protagoniza una serie de cortejos que transgreden igualmente la moral convencional de la Roca hasta el punto de que el novelista se vio obligado a partir para siempre del Peñón.