El año 2022 se está caracterizando por ser un año de sequía severa. Ríos normalmente caudalosos, como es el caso del Po en el norte de Italia, se encuentran en mínimos históricos. La sequía está dando lugar a situaciones impensables, como la aparición de piedras con inscripciones en los ríos de Centroeuropa alertando de que el hecho de poder leerlas supone que la situación
es crítica; en algunos casos las inscripciones datan de 1616. Y es que con el paso de los años estamos soportando eventos climáticos más extremos, desde sequías muy duraderas hasta lluvias torrenciales, pasando por incendios prácticamente inapagables, como el que asoló Sierra Bermeja a finales del verano de 2021 o los que asolaron la provincia de Zamora en el verano de 2022.